Siempre es buen momento para analizar la situación del mercado, la pesquería y las problemáticas del sector pesquero. Con un enfoque reflexivo, Giuliano Vestuti, armador de Rawson e integrante de la CAFACh, expuso en una entrevista al programa radial Desde el Muelle, los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria pesquera en Chubut, la importancia de ser competitivos con los precios de producción, el reiterativo conflicto con los gremios y la necesidad de rediseñar el concepto de valor agregado en las plantas.
Hoy sin dudas, Chubut está atravesando un momento positivo en términos de certificaciones pesqueras. Y en medio de un panorama sectorial caótico, Vestuti consideró relevante resaltar el progreso en el proceso de certificación de dos de las tres principales pesquerías de la provincia: el langostino y la anchoíta. «Esto habla indudablemente de un entendimiento de lo que el mundo requiere y de poder estar a la altura de los exigentes mercados tanto en Europa como en Estados Unidos o en Oriente, poder seguir creciendo a nivel sector y a nivel industria».
Sin embargo, Vestuti también destacó que el año fue complejo para el sector: «Venimos ya arrastrándolo hace más de seis meses con una situación comercial difícil para los distintos productos de mar. Me parece que requiere una revisión en varios aspectos, entender un poco la demanda, entender un poco lo que el consumidor está pidiendo», indicó, enfatizando que la clave para el futuro del sector radica en agregar valor a los productos.
La consideración se unifica, dice Vestuti, en el concepto del valor agregado: “Tenemos que pensar en un mediano plazo lograrlo para dar continuidad y pensar en imponer condiciones, como quizás hemos estado acostumbrados tanto tiempo con el langostino, por ejemplo. Creo que acaparábamos mercados con buenos valores de venta, por ejemplo con langostino entero o con cola de langostino. Hoy pareciera que por distintas variables que hacen un cóctel explosivo a la situación comercial, dejas de ser atractivo. La única herramienta con la que se puede contar de forma inmediata para poder dar fluidez y continuidad comercial a la actividad y al negocio es desde los costos, siendo competitivo con los valores de venta”.
El mercado del langostino enfrenta competidores directos, como el vannamei, que afecta negativamente la competitividad del langostino de Chubut. «Entendiendo principalmente el competidor directo que tenemos para el langostino, principalmente L2 y L3, que hoy es el predominio de captura. Sin que se asuste nadie, hay que decirlo: la realidad es que venimos con capturas bajas de langostino L1 tanto en aguas nacionales como en aguas provinciales», aclaró Vestuti. Este escenario, según él, es exacerbado por la producción masiva de camarón vannamei en Ecuador, que alcanza las 900 mil toneladas y coptó mercados clave como el chino y el estadounidense.
En tanto, la situación económica de Europa, particularmente en España, principal consumidor del langostino salvaje patagónico, también representa un desafío para los exportadores locales: «Hay una situación económica que golpea a Europa en términos generales, principalmente en España. También con un mundo que va mutando, que va cambiando con cambios de hábitos, con generaciones nuevas que les interesa otra cosa». Por eso, para enfrentar estos retos, Vestuti considera crucial encontrar una salida más popular y dinámica en el consumo del langostino: «Pienso que se está buscando también una salida más popular con un dinamismo distinto en el consumo, permitiendo estar a valores más accesibles, porque sin duda que el vannamei lo ha arrastrado a esa situación», opinó. Además, destacó la necesidad de lograr un producto con un verdadero valor agregado, más allá de simplemente pelar y desvenar el langostino, para poder competir en el mercado internacional.
CONFLICTO CON EL SOMU: ¿UN PARCHE?
Otro de los desafíos mencionados por el armador capitalino fue el conflicto con el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), el cual logró destrabarse en una mesa de negociación con la participación de actores del sindicato y de la Cámara. «De momento creo que es un gran paso en esta situación que tenemos, que no hemos tenido la capacidad de darle un cierre», afirmó. Sin embargo, Vestuti subrayó que es fundamental encontrar una solución definitiva y sostenible para evitar la inestabilidad continua en el sector.
Desde la Cámara, se consideraron varias propuestas para resolver la situación, con el objetivo de mantener la paz social y la operatividad plena del sector pesquero en Chubut, que es la segunda actividad más productiva e importante para la economía de la provincia. «La idea es darle un cierre a la situación y verdaderamente, como hablamos, en un contexto tan delicado y tan difícil que pregone la paz social y la plena operatividad del sector», destacó, llamando a la reflexión y madurez de todas las partes involucradas.
Para Vestuti, la conciliación alcanzada es solo un parche temporal y es necesario buscar una solución permanente que satisfaga a todas las partes. «Tenemos que buscar una salida o mejor dicho dar un fin a esta cuestión y cerrarlo de forma total. Pensar en sostenerlo en el tiempo de algún modo en donde las partes logren el punto de encuentro«, señaló.
Advirtió que, sin una predisposición a ceder y negociar, el sector continuará enfrentando intermitencias constantes, perjudicando a todos los actores involucrados: “Si no hay una intención de dejar algo en la mesa y ceder, vamos a convivir con la intermitencia de forma permanente. Hay variables tanto macroeconómicas a nivel internacional y de país que no vamos a poder manejar. Entonces ahí es donde todos los actores debemos entender que el paro significa generar 0 (cero) y eso está claro y demostrado que no le sirve a nadie”