Representantes del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) se reunieron ayer en la Secretaría de Trabajo, donde dieron luz verde a la propuesta salarial presentada por la Cámara de la Industria de Productos Alimenticios (CAPIP). Sin embargo, rechazaron el apartado relacionado con las sanciones por incumplimiento de la conciliación obligatoria.
Luis Núñez, secretario general del STIA, confirmó que durante el encuentro en la Secretaría de Trabajo, además de las autoridades, estuvieron presentes algunas representaciones empresariales independientes que no forman parte de la Cámara: «Aunque los representantes de la Cámara no estuvieron presentes en la última audiencia de conciliación, presentaron la propuesta salarial».
«Aceptamos la propuesta y quedó asentada en un acta, pero rechazamos uno de los puntos que hace referencia a un acuerdo sobre las sanciones que aplicaron cinco empresas de la CAPIP, las cuales fueron rechazadas por el sindicato y los trabajadores debido a que son casos individuales», explicó Núñez.
El líder sindical detalló que el acuerdo con las cámaras empresariales implica incluir en el salario básico un aumento del 118%, que se venía aplicando parcialmente desde julio pasado, además de un aumento en la hora y un adicional no remunerativo de 230 mil pesos por cuatro meses.
Según los cálculos realizados por Núñez, un empleado recién ingresado percibirá alrededor de 500.000 pesos más el adicional, totalizando unos 730 mil pesos más los agregados por otros conceptos, como la antigüedad.
En este sentido, el secretario general del STIA afirmó que solicitaron la homologación de las pautas salariales propuestas por la Cámara, aceptándolas. «La Secretaría debe pronunciarse desde el área legal con respecto al último punto del acuerdo, y solicitamos la homologación de las pautas salariales a partir de enero. Para nosotros, el tema está parcialmente resuelto y ahora corresponde a la Secretaría de Trabajo tomar una decisión al respecto», concluyó Núñez.
El impacto del acuerdo se hizo sentir de inmediato en Puerto Rawson, donde esta mañana, con la marea alta, los barcos que estaban inactivos volvieron a dirigirse hacia la zona de pesca.
Núñez recordó que su conflicto no fue el único y que, a menudo, se culpa a los sindicatos, aunque hubo un lockout empresarial en el que ellos no tuvieron participación.