El conflicto paritario entre la Cámara de Flota Amarilla de Chubut (CAFACh) y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) se extendió por meses, generando incertidumbre y preocupación en el sector pesquero de Rawson. En medio de esta crisis, Diego Tenorio, marinero y presidente de los Marineros Autoconvocados de Chubut (MARCH), se convirtió en una voz crítica hacia la conducción sindical, apuntando directamente contra los delegados Ramón Vera y Cristian Colín, a quienes acusa de ineficiencia e incapacidad para llevar adelante las negociaciones. Para Tenorio, el problema principal radica en la falta de representación real de los trabajadores por parte del sindicato, lo que extendió innecesariamente el conflicto.
«Creo que acá el problema más grande que estamos teniendo es que no hay diálogo fluido ni gente que represente bien a los marineros dentro del sindicato del SOMU», dice Tenorio con franqueza. La frustración es palpable, sobre todo considerando que ya pasaron ocho meses sin poder acordar los números de los salarios: «No podemos llevar ocho meses sin un convenio para trabajar, sin un acta acuerdo, con no sé cuántas conciliaciones obligatorias», lamentó en un encuentro con REDES AL MAR.
Las críticas más duras de Tenorio se dirigen a los delegados sindicales en Rawson, a quienes considera ineficaces, poco aptos para el rol que desempeñan, y responsables de la falta de avances en las negociaciones: «Los delegados que tenemos en Rawson son muy inoperantes«, asegura, recordando que lleva cinco años advirtiendo sobre esta situación. «No pueden estar en una mediación durante ocho meses, hay algo que está fallando», insiste.

La figura de Ramón Vera, en particular, recibe fuertes cuestionamientos de Tenorio, quien lo describe como «una persona súper soberbia y muy maleducada» y asegura que no tiene la capacidad para llevar adelante una negociación efectiva: «Yo creo que esto es uno de los factores que impide que se solucionen estos problemas», agregó sin vueltas.
Según él, los marineros no se sienten representados y desconfían de las explicaciones que reciben: «Ellos llegan al sindicato y nos dicen cosas que después nos enteramos que son mentiras», señala.
El descontento de los marineros hacia sus representantes es tal que, según relata Tenorio, en días recientes Vera fue literalmente echado del muelle por los propios trabajadores. «Días antes de la asamblea, a Ramón los propios marineros lo echaron del muelle y lo sacaron volando porque la gente está todo muy desconforme», cuenta.
Un claro ejemplo de esta desconexión se vivió en la reciente asamblea convocada por Vera en Rawson, donde los afiliados esperaban escuchar a sus delegados pero fueron sorprendidos por la intervención del abogado del sindicato, quien terminó dando las explicaciones: «El otro día fuimos a la asamblea a escuchar a nuestros delegados, a quienes les pagamos el sueldo, pero el que habló para dar explicaciones fue el abogado. Ellos están fuera de sí, no entienden nada de lo que está pasando», relata Tenorio.
Sin embargo, Tenorio es claro en señalar que la solución no pasa solo por criticar, sino por retomar el diálogo y llegar a acuerdos que beneficien tanto a los trabajadores como a los empresarios. «Yo creo que la solución más simple acá, primero es sentarse y hablar con el empresario. Hay que llegar a un acuerdo claro con el empresario, no ir de prepotente a faltar el respeto al que te da la fuente de trabajo», sugiere.
En ese sentido, recuerda con cierta admiración el trabajo realizado por Ricardo Soto el año pasado, quien logró destrabar conflictos paritarios a través del diálogo y el entendimiento mutuo. «Solo siendo marinero de Conarpesa, Ricardo Soto se sentó a hablar con Fernando Álvarez. Llegaron a un acuerdo paritario que les servía a todos. Firmaron y obligó al muelle de enfrente a acordar también».
Otro de los aspectos que Tenorio critica es la desaparición de la bolsa de trabajo visible que antes manejaba el SOMU. «Pasa en Madryn y en Rawson. Los armadores traen la gente de afuera, y vos como marinero de Rawson pateás como loco y no te dan bolilla a nadie. Antes el armador llamaba al sindicato para pedirle marineros porque le faltaban, y el delegado tenía una bolsa de trabajo», comenta con pesar, sentenciando que «ahí el sindicato perdió su poder».
Tenorio cerró su análisis con REDES AL MAR haciendo una comparación que deja en evidencia la diferencia entre la gestión actual del SOMU y la de otros sindicatos. Según él, el SIMAPE en Mar del Plata demostró ser más eficaz en la resolución de conflictos y en la representación de sus afiliados: «El SIMAPE solucionó más problemas que el SOMU últimamente», dice, poniendo sobre la mesa la necesidad de una renovación en el liderazgo sindical.