Una imagen aérea tomada este domingo sobre el Pescargen IV hundido junto al Muelle Piedrabuena puso en alerta a quienes deben responder al desenlace del episodio.
Una gran mancha sobre el espejo de agua parece nacer desde el barco pesquero, y todo indicaría que se trata del combustible que todavía almacenaba el buque. Esto echaría por tierra lo que había asegurado la Administración Portuaria de Puerto Madryn que en un comunicado había asegurado que «los residuos sólidos y líquidos que se han desprendido del buque se encuentran contenidos y monitoreados por personal idóneo».
Sin embargo, prevalece un silencio llamativo por parte de las autoridades locales respecto a lo que acontece en el puerto de Madryn, sobre el estado del barco, el plan de salvamento, si está contenida la situación, cuál es el impacto ambiental del accidente, menos aún las rezones del hecho.
Prefectura Naval no realizó declaración formal alguna respecto a sus trabajos, y la Administración Portuaria local se limpió a relatar los episodios ya conocidos horas después.
Las únicas voces que se escucharon fueron las viralizadas a través de audios de Whatsapp, supuestamente de capitanes y armadores afines, pero siempre de dudosa procedencia.
Por lo pronto, reina en todo el ámbito pesquero un manto de incertidumbre de lo ocurrido, como si el siniestro se pueda hundir junto al barco y quedar olvidado en el fondo del mar.
Sería de vital importancia, para la comunidad de la ciudad madrynense también, conocer lo que ocurre en el principal puerto patagónico y, en todo caso, descartar que se trate de una peligrosa fuga de líquidos, aceites e hidrocarburos.