En REDES AL MAR, nacimos con un propósito claro: ser la tribuna del sector pesquero de Chubut, relatando, desde nuestros puertos y mares, cómo se desarrolla la actividad. Sucede que, históricamente, la narrativa especializada fue controlada por medios de la potente Mar del Plata, los cuales utilizaron su poder para, en algunos casos, difundir lecturas intencionales para desprestigiar la industria pesquera chubutense. Un reciente artículo publicado en uno de estos medios es una prueba clara de esto y muestra una vez más su tendencia de vender pescado podrido cuando se trata de la pesca chubutense.
El artículo en cuestión que critica la reciente convocatoria laboral de la Mesa de Armadores de Chubut, sosteniendo que “marineros rechazan la convocatoria”, sin dar cuenta de ningún marinero.
Pero además, el texto en cuestión omite un dato clave: la oferta de $1200 por kilo de langostino posicionará a los marineros de Rawson como los mejores pagos del país, con sueldos que superarán los de muchos otros sectores exportadores, incluso a los marplatendes. Sin embargo, el medio prefiere ignorar este hecho, enfocándose en acusaciones vacías sobre supuesta precarización laboral. Es curioso que hablen de precarización cuando Mar del Plata alberga cooperativas que llevaron a su sector pesquero a niveles alarmantes de informalidad, cuando podrían tomar como ejemplo a muchas plantas pesqueras de Chubut.
El artículo en cuestión acusa sin pruebas y crea un relato engañoso para dañar las negociaciones en Chubut. ¿Con qué fin? Sólo ellos lo sabrán.
Critican un proceso de convocatoria laboral que, en realidad, ofrecerá condiciones económicas envidiables para los marineros, muy por encima de lo que se paga en otras regiones. Pero esta es la vieja táctica de siempre, de salir a responder rápido para embarrar la cancha.
De hecho, REDES AL MAR también puede salir a decir que recibió numerosos mensajes a través de las redes sociales de personas interesadas en conocer más sobre la búsqueda laboral publicada.
El verdadero conflicto acá no es sobre la precarización laboral en Chubut, ni el supuesto rechazo de marineros a la propuesta de los armadores, sino sobre la intención descarada en teclados marplatenses que responde a un negocio que quiere tener siempre las manos sobre el timón de la pesca argentina.
En medio de una semana complicada de negociaciones a contrareloj para llamar a una prospección, aparecen los mismos actores de cada temporada que desde lejos quieren meterse en el día a día de Chubut para complicar las relaciones, como si eso les otorgara algún beneficio especial.
La realidad es que Chubut apostó, con sus errores y problemas sindicales, al desarrollo de plantas de procesamiento y supo consolidar una industria que genera empleo estable y formal, algo que pocos pueden decir en otras regiones.