El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, tomó una posición firme tras los recientes conflictos en Puerto Deseado, donde un grupo de manifestantes bloqueó el acceso a una planta de procesamiento adquirida hace pocos meses por una empresa pesquera. En un contexto de tensión creciente en el sector, Vidal dejó en claro que no tolerará más interrupciones en los puertos de la provincia, subrayando la importancia de mantener la paz social y el desarrollo productivo.
La situación en Puerto Deseado, generada por medidas de fuerza del Sindicato Unido de Estibadores Portuarios Patagónicos (SUEPP), escaló esta semana con la toma de una planta procesadora. El bloqueo impidió el ingreso de camiones con materia prima, paralizando las operaciones del grupo Vepez. Ante estos hechos, Vidal expresó: «Santa Cruz no puede seguir siendo rehén de intereses que buscan frenar el desarrollo de nuestra provincia. Lo que pasó en Puerto Deseado es inaceptable: es evidente que hay sectores que, con fines políticos, buscan quebrantar la paz social y obstaculizar el progreso de Santa Cruz».

El mandatario se mostró decidido a enfrentar cualquier intento de desestabilización: «La decisión política es clara: no me toman un solo puerto más, aunque tenga que pelearme con medio país. La paz social y el desarrollo productivo de esta provincia son innegociables».
En el mismo tono, el gobernador de Santa Cruz cuestionó que «no es casualidad que estos conflictos aparezcan en un momento en el que logramos reactivar plantas que habían cerrado hace décadas, conseguimos inversiones de países como la República Popular China y despertamos el interés de nuevos inversores para generar trabajo».
El gobernador enfatizó la necesidad de proteger estos avances para garantizar el bienestar de los santacruceños: «Santa Cruz merece respeto. En esta provincia tenemos una prioridad: generar empleo, fortalecer la producción y garantizar el bienestar de nuestra gente. No voy a permitir que unos pocos destruyan lo que estamos construyendo».