En un fuerte pronunciamiento, el Secretario de Pesca de Chubut, Andrés Arbeletche, descalificó el proyecto de ley impulsado por Federico Sturzenegger, calificándolo de disparatado y prediciendo un impacto devastador para la industria pesquera del país. Advirtió que la iniciativa podría llevar a la quiebra a la mayoría de las pesqueras y desemplear a miles de trabajadores, en beneficio de posibles inversores extranjeros.
Arbeletche no se anduvo con vueltas: “Es un proyecto disparatado el que promueve Sturzenegger y que va a destruir la actividad pesquera”, afirmó.
Profundizando en la estructura del sector, también desmintió las afirmaciones sobre la concentración empresarial: “Primero, no es cierto que sea una actividad que esté en manos de pocos empresarios. Hay miles de permisionarios. De hecho, aunque ahora no lo tengo, creo que son algo así como 1.300 permisionarios de empresas que tienen el permiso de pesca. La cuota de merluza que tienen las empresas está distribuida en un montón, en cientos de permisionarios. Por lo cual tampoco es cierto que esté cartelizado”, explicó al aire de Radio Chubut.
El Secretario de Pesca subrayó las consecuencias negativas que tendría el proyecto sobre las empresas y sus empleados: “Si estas empresas que tienen cuota de merluza, de golpe se las sacan, de golpe se disipa al mejor postor, estas empresas que tienen sus plantas, que tienen sus barcos, que tienen sus trabajadores, ¿qué van a hacer? Tienen que cerrar, despedir a todos sus trabajadores, entrar en un concurso de acreedores después de un acto de quiebra, produciendo un daño terrible a la actividad económica, terrible a los trabajadores”, advirtió.
Lo sorprendente para Arbeletche es la falta de beneficiarios claros en el proyecto: “Normalmente, cuando se hace un proyecto de ley, hay alguien que se beneficia y otro que se perjudica. En este caso, se perjudican todos los sectores de la pesca, tanto los empresarios como los trabajadores, como los propios gobiernos provinciales. ¿Quién se podría beneficiar? No sé, algún inversor extranjero que venga, compre a precio de remate las plantas pequeñas que queden sin merluza, compra por separado, y eso es un negocio fantástico. Pero en detrimento de los empresarios que ya tenemos, y en detrimento de los trabajadores que eventualmente se pueden perder su trabajo”, señaló.
Del mismo modo, la crítica de Arbeletche no solo se centró en el impacto directo del proyecto, sino también en su concepción misma: “Realmente es un proyecto que no entiende nadie y que va a destruir la pesca argentina. Tenemos montones de problemas en la pesca, seguro. Hay cosas que corregir desde ya. Ahora, este proyecto no trae ninguna corrección. Destruye todo”.
Por otro lado, en el contexto de un mercado complicado para los exportadores pesqueros, Arbeletche extendió su crítica a las contribuciones fiscales del sector: “Cuando se dice que la pesca no deja nada, la pesca paga un montón de impuestos, la pesca paga retenciones, paga los sueldos más altos del promedio del país. De hecho, hoy la pesca está pagando más que el petróleo, por ejemplo. Paga retenciones y paga un derecho único de extracción, que es una especie de retención que se paga en pesos sobre el volumen de captura y que ahora el gobierno nacional le quiere aumentar, el mismo gobierno nacional que dijo que estaba justamente en contra con este impuesto”.
“Tenemos una actividad pesquera que tiene un dólar atrasado, un dólar caro. Pero por otro lado, las reglas de los juegos que tienen los empresarios son niveles de retenciones muy altos, niveles de impuestos altos, costos laborales altísimos. Entonces, así no se puede competir. Es una o la otra”, concluyó.