En medio del prolongado conflicto, el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, propuso un cambio de enfoque en las negociaciones. Según consideró, el camino hacia una solución podría pasar por dejar de lado las decisiones colectivas y permitir que cada empresa acuerde de manera directa con sus tripulaciones, atendiendo las realidades particulares de cada una.
“Las decisiones las tiene que tomar el propietario de su empresa pesquera y decidir por sí mismo, y no por los demás”, expresó Sastre en diálogo con REDES AL MAR.
“Cuando se decide en conjunto termina en problemáticas como la que estamos transitando”, insistió. Para Sastre, el esquema actual de negociación bloquea posibilidades reales de acuerdo. Mientras algunas empresas podrían continuar operando bajo los términos vigentes, otras prefieren esperar una redefinición global de las condiciones laborales, especialmente en torno a los valores de producción. Esa expectativa común, sin embargo, no tiene en cuenta las diferencias estructurales entre armadoras, como el acceso a financiamiento, los compromisos comerciales asumidos o la capacidad de absorber costos.
El intendente remarcó que mantuvo contacto tanto con representantes empresariales como con los gremios, y que en ambas partes percibe la necesidad de habilitar un nuevo marco de entendimiento. Destacó, además, que ya existe una empresa de Puerto Madryn que retomó la actividad bajo el convenio actual, lo cual refuerza su visión: “Si una lo puede hacer, ¿por qué no las demás?”.
“Hay que querer y tener voluntad de acuerdo, y no seguir estirando una situación, sino respetar lo que está vigente y salir a trabajar, porque se está llevando a un deterioro económico importantísimo y después es irrecuperable”, advirtió.
Por último, reconoció que, si bien el contexto no es el más favorable para el negocio pesquero, el sector empresarial aún tiene margen para resistir. No así los trabajadores, que “ya no pueden aguantar más”. En este punto, volvió a llamar a la responsabilidad individual y al sentido común: “Soy optimista de que podamos llegar a una solución definitiva. Pero eso exige dejar de lado rigideces y construir acuerdos desde las particularidades, no desde una representación que no refleja a todos por igual”.