Al mediodía del jueves un amplio encuentro virtual reunió a todo el sector pesquero argentino: Cámaras, empresas, sindicatos, astilleros, armadores, funcionarios de la pesca, abogados, consultores. Chubut, Santa Cruz, Mar del Plata. Y, entre ellos, el gobernador Ignacio Torres que acercó la actualidad de la discusión que se está dando en los pasillos del Congreso en torno a la apurada votación de la Ley Ómnibus: Hay grandes consensos para ‘voltear’ todo el capítulo referido a la pesca.
La decisión está tomada, les confirmó Torres, como bajando la espuma con un manto de tranquilidad. Fue una decisión que se tomó con todos los jefes de los bloques de la Unión Cívica Radical, Cambio Federal y el Pro.
La votación tendrá dos instancias: una general y otra particular, por “capítulos”. Ahí la decisión va a ser votar en contra, le confirmó Torres a una multitud de oyentes expectantes.
Quien se sumó a esta idea fue la diputada Ana Clara Romero: “Hoy no hay consenso en ninguno de los bloques en todo el Congreso para acompañar el capítulo de pesca”.
Más allá del articulado en sí, dañinos hasta lo más profundo de la pesca argentina, el problema radica también en la ambigüedad de la redacción de ese archivo que empezó a girar en diciembre por las manos de todo el sector. Da lugar a una interpretación sesgada y no sirve, entiende Torres.
Pero además, lo que preocupa también a cada provincia que mira al mar, que en definitiva es la que vota (y no el sector pesquero), es el efecto que tendrían todas las medidas sobre el rol del Concejo Federal Pesquero, donde cada provincia tiene representatividad, voz y voto. Ese rol protagónico no es algo que Chubut, ni nadie, está dispuesto a ceder.
Por eso Torres cuenta los votos de los bloques más grandes “y de todos con los que hablamos”, para ‘voltear’ el capítulo de la pesca. Pero el acuerdo no es redondo: la discusión de las retenciones es un tema aparte.
El gobernador fue claro con los representantes del sector pesquero: se está hablando dar marcha atrás solamente la parte normativa que la Ley Ómnibus sobre hace a la pesca. Esto es licitaciones, soberanía sobre las 200 millas, obligatoriedad de descargar el recurso en puertos argentinos, mano de obra nacional. Pero la retención del 15% a la exportación es una discusión netamente económica, que se debe avanzar por otro camino. La idea de Torres es plantear una baja progresiva, atada a la productividad por valor agregado, con un techo que no supere el 8%.
El encargado de llevar esa carpeta en el gobierno de Milei es el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse. ¿Su preocupación? Que los números del Excel no den negativos. Por eso estaría abierto a recibir informes técnicos, bien detallados, que justifiquen que la devaluación no compensa el aumento de costos dolarizados, para analizar dar marcha atrás la medida. Una tarea que Torres ya les habría dado a los especialistas del sector.
Pero será otra pelea para dar en las próximas semanas. El apuro de Nación en votar, posiblemente el miércoles y jueves el paquete de leyes, obliga al sector y a gobiernos locales a plantarse juntos y defender lo propio. De hecho, hasta consideran que se podría llegar a una redacción que en algún punto satisfaga al Ejecutivo, a las provincias y al sector. Pero como la voluntad del gobierno es acelerar los tiempos y tratarlos rápido, no hay tiempo para empezar con ese franeleo.
Los tiempos apuran. Ayer Torres estuvo en Buenos Aires en comunicación con interlocutores del gobierno recriminándoles el apuro en votar y pidiéndoles algún tipo de respuesta o mensaje superador a todo lo que planteó el sector pesquero, que fue el tema que primero abrió la discusión en torno a las economías regionales.
La misión urgente será rechazar el ‘capítulo pesca’. Luego conformar una mesa sectorial que brinde un análisis fino y detallado de una agenda de desarrollo pesquero, atado al reclamo del tema retenciones. La tarea especial que Torres le encomendó a los representantes del sector pesquero de Chubut (Leer nota aparte)