La temporada de pesca de langostino en aguas nacionales ya empieza a ver su fin. Los últimos cierres dispuestos en varias subáreas y la escasez de capturas indican que la actividad podría concluir en los próximos días, en coincidencia con las fechas de cada año. Con solo una subárea aún abierta y un rendimiento muy por debajo de lo esperado, la pesca de langostino en la región enfrenta un inminente cierre.
Al 12 de septiembre, se dispuso el cierre a la pesca comercial de langostino en las Subáreas N° 5, 7 sector Oeste, 8 y 14. Estos cierres, efectivos a partir de las 00 horas del 12 de septiembre, abarcan amplias zonas delimitadas por latitudes que van desde los 42° hasta los 46° Sur y longitudes entre los 60° y 63° Oeste. Con estas nuevas restricciones, solo permanece abierta para la pesca la subárea 4, mientras que las subáreas 7 Este, 11 y 15 están suspendidas, y las subáreas 5, 7 Oeste, 8, 9, 10, 12, 13 y 14 permanecen cerradas.
Las últimas prospecciones no arrojaron los resultados esperados, y el hallazgo de concentraciones de langostino en las áreas habilitadas sigue siendo esquivo. Desde mediados de agosto, se vienen registrando caídas en las capturas lo que perfila un inminente final de temporada y anticipa la inminente transición hacia la pesca en aguas provinciales para los fresqueros.
Con este panorama, el sector pesquero se prepara para un ajuste en sus operaciones, adaptándose a los cambios en la disponibilidad del recurso y esperando mejores oportunidades en la nueva etapa de la temporada en aguas provinciales, aún con inicio incierto.