El negocio del calamar en Argentina sigue firme, pero no está exento de riesgos. Por lo menos así lo advirtió Juan Darío Sócrate, director ejecutivo de la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA), en el Foro PescAR. Señaló que aunque la actividad logró estabilidad en los últimos años, todo podría desmoronarse si el mercado internacional sufre una sobreoferta. “Cuando el precio caiga, el calamar va a ser una víctima más de un sistema que están atravesando muchos de los exportadores de Argentina”, afirmó.

Según Sócrate, las capturas se mantuvieron estables gracias a decisiones acertadas del gobierno, pero hay un problema estructural que pone en jaque al sector: la industria del calamar depende exclusivamente de la exportación y no tiene control sobre la formación de precios. “Somos de los poquitos que más o menos estamos aguantándosela”, sostuvo. Sin embargo, dejó en claro que la calma actual puede cambiar en cualquier momento: “El calamar está racionalmente funcionando, pero si aparecen grandes volúmenes de captura en otros lugares del mundo y el mercado empieza a tener sobreoferta, el precio va a caer”.
El empresario explicó que este es el gran riesgo para el futuro de la actividad: “Si bien a nosotros hoy, al menos en los últimos tres años, está estabilizada con un mercado firme y un producto estable en cuanto a la estabilidad, esto se puede desbarrancar rápidamente si hay una caída de precios, por ejemplo”, advirtió.