Los complejos conflictos pesqueros en la zona habían sido uno de los principales detonantes para la salida de Darío Panguie de la Secretaría de Trabajo en la Delegación de Puerto Madryn. La segunda a cargo, la ex concejal Andrea Moyano, ocupó su lugar y apuntó los desafíos de la Delegación principalmente a solucionar los conflictos laborales en el sector pesquero.
«El sector más conflictivo es la pesca. Tanto en las plantas como en el mar, los gremios STIA, SOMU y SUPA enfrentan conflictos debido a la naturaleza misma de la actividad. Es una industria complicada que merece ser bien compensada con una escala salarial adecuada y acuerdos locales específicos. Los acuerdos nacionales a menudo no reflejan las particularidades y riesgos de esta actividad», señaló en su primera aparición pública al frente de la Secretaría.
La delegada enfatizó la importancia del compromiso entre las empresas y el sindicato para mantener la paz social. «Es esencial que no haya conflictos y que la gente sea llamada a trabajar. En una medida de fuerza, no solo la empresa está paralizada, sino que los trabajadores también pierden ingresos. Es un perjuicio para ambas partes», subrayó. Moyano también destacó que la temporada de pesca de aguas nacionales ya está abierta, lo que hace aún más crucial la resolución de estos conflictos para que los barcos puedan operar sin interrupciones.
En este sentido, se refirió al acuerdo preliminar que se alcanzó entre la pesquera Agropez y el sindicato STIA: «Tuvimos la audiencia y las partes ya venían predispuestas a solucionar el conflicto. Tanto el sindicato, que representa a los trabajadores, como la empresa estaban dispuestos a negociar para asegurar las fuentes laborales», afirmó Moyano.
Aunque aún quedan algunas cuestiones monetarias y salariales por resolver, se espera que entre el 10 y el 15 de julio los barcos puedan salir a trabajar, garantizando así la reactivación del empleo.
Además, Moyano mencionó que hay varios acuerdos en proceso de homologación en la Secretaría, lo que permitirá que todas las pesqueras puedan operar con normalidad si se resuelven favorablemente. «La resolución más importante en situaciones de conflicto reciente ha sido esta. Pasamos a un cuarto intermedio, pero todo está encaminado para que los barcos estén en el mar y la gente trabajando en pocos días», aseguró.
Finalmente, la delegada subrayó la necesidad de adaptarse a las condiciones locales para alcanzar acuerdos justos. «Es una actividad riesgosa y tiene otros condimentos que requieren acuerdos específicos con las empresas. La clave está en reconocer estas particularidades y trabajar en conjunto para resolver los conflictos y asegurar el bienestar de los trabajadores», concluyó Moyano.