Es siempre oportuno detenerse a examinar el desarrollo de la temporada de pesca, la situación de las plantas pesqueras y las complejidades del sector en relación con los sindicatos. Con ese tono, Fernando Álvarez Castellano expuso con determinación su decisión de no reactivar la operatividad en sus plantas si no tiene la seguridad de contar con la paz social de la actividad, a colación del último conflicto suscitado en febrero, cuando en su planta de Puerto Madryn dejaron 3500 cajones sin procesar. «Yo no voy a iniciar ni ésta ni la temporada de Rawson si no tengo a todos los sindicatos firmados y con la paz social garantizada por toda la temporada», sentenció.
La temporada de langostino en aguas nacionales «viene mal», admitió en una entrevista a FM EL CHUBUT, el empresario español. «Viene bien para los congeladores, pero mal para las plantas, porque no acabamos de ponernos de acuerdo. Además, los costos se han disparado. Todos los ítems, desde lo que se paga al STIA y al SOMU, hasta las descargas, han subido debido a la crisis que estamos sufriendo en el país. Esto hace que sea muy difícil llegar a un acuerdo».
«Nosotros todavía no hemos podido empezar (la actividad en la planta) porque tenemos un conflicto con la gente del STIA desde febrero, que nos pararon la planta. Nos dejaron 3.500 cajones encima de la mesa. Ya les he dicho que, antes de hablar de nada, que eso lo quiero cobrar. No voy a volver a permitir que nadie me deje un cajón de langostino encima de una mesa por un capricho o por una medida de presión. No lo voy a consentir. Y si eso lleva consigo que no trabajen más las plantas, no van a trabajar más las plantas», sentenció.
Al respecto, Álvarez Castellano subrayó la necesidad de responsabilidad social y de que los representantes sindicales respeten el trabajo de sus afiliados. «Al final, el que paga el pato es la gente, no ellos. Hace muchos años que no debo dinero a nadie y que pago todo en blanco. Si alguien dice que le debo algo, que lo diga, pero no pueden decir que le debo un no remunerativo de enero, febrero y marzo, cuando en febrero, por culpa de ellos, tuve que parar de producir en las plantas. Si no quieren entender eso, cada día se van a llevar peor conmigo».
PRIMERO LA PAZ SOCIAL, LUEGO INICIO DE LA TEMPORADA
En sintonía con los dichos del secretario de pesca, Andrés Arbeletche, la semana pasada, Álvarez Castellano propuso que el gobierno provincial no haga nada hasta que todas las partes se pongan de acuerdo y a todos les sirva trabajar: «No podemos empezar a trabajar y que uno salga con cualquier cosa y pare, como el año pasado, que fue realmente violenta la temporada por mil conflictos. Yo no voy a echar la culpa ni a los representantes sindicales, ni a las empresas, ni a nadie, pero no se puede vivir una temporada como la pasada, con conflictos, amenazas e historias cruzadas».
COMPLICACION DE INVERTIR
Al ser consultado sobre el RIGI y su impacto en el sector pesquero, Álvarez Castellano expresó que los montos destinados, como los 200 millones de dólares mencionados, están orientados a otro tipo de inversiones. «Había un proyecto muy grande para hacer un puerto de aguas profundas en Rawson, que tiene un valor considerable. Pero volvemos a lo mismo: si no les damos las condiciones para que vengan a invertir, si ven conflicto cada tres meses, nadie va a poner 200 millones de dólares en hacer un muelle que estará en constante conflicto».
Asimismo, resaltó que tuvo conversaciones con dueños de astilleros interesados en invertir en Chubut, pero que se asustan por la conflictividad social: «Con esa conflictividad, no hay forma de atraer inversiones. Tal vez en el petróleo, la energía y otras actividades, pero en la pesca somos muy conflictivos».
EL DRAGADO CON INVERSIÓN PRIVADA
Álvarez Castellano comentó que les hubiera gustado continuar con el dragado en el puerto de Rawson. Y señaló que, si no se puede realizar por falta de fondos y que no sea un tema de ecología, debería valorarse la inversión privada. «Somos muchos barcos los que operamos aquí, y creo que, pagándolo entre todos, no sería tanto lo que tendría que pagar cada uno individualmente. Pero bueno, es un tema que tiene que resolver el gobierno provincial. Yo estaría dispuesto a colaborar, pero eso no quiere decir que todos los demás estén dispuestos o en condiciones de hacerlo».
Asimismo, entendiendo las circunstancias actuales del país, remarcó que priorizaría otras necesidades antes que el dragado. «Si yo estuviera en el lugar del gobernador Torres, haría lo mismo: priorizaría la educación y la seguridad antes que un dragado para empresas centralizadas con los barcos. Otra cosa es que luego todos los empresarios estemos dispuestos a empujar el tema. Yo creo que habría que evaluarlo y repartir los costos. No creo que sea una cifra que no podamos afrontar, con los beneficios que nos puede traer a todos en un futuro próximo».