El presidente de Estrella Patagónica S.A., Ventura Lafuente Matos, enumeró los problemas medulares que arrastra el sector y que generan que los empresarios decidan mantener la flota amarrada para evitar que las pérdidas se profundicen.
El sector pesquero entró un esquema de “cuello de botella”. Tiene tantos frentes abiertos que llegó a un punto en el que resulta imposible avanzar.
Un artículo del Convenio Colectivo de Trabajo firmado en 2005 – hace 20 años atrás – que fijó el valor del langostino en 12 dólares es el problema medular del conflicto. Pero no el único.
A esto se le suman la presión impositiva, las retenciones por exportación, la caída del valor del langostino, las nuevas exigencias de los consumidores en el mundo y días atrás, la aplicación de un arancel del 10% para los productos que ingresan a Estados Unidos. Esta última medida quedó en stand by por 90 días.
En este contexto, la temporada de pesca de langostinos en aguas nacionales comenzó con un dato alarmante: La flota de barcos congeladores está completamente paralizada. El dato fue ratificado por Lafuente Matos, presidente EPSA.
El empresario afirmó que el conflicto tiene múltiples causas, pero que el costo laboral ocupa un lugar central: “Un barco con un 60% de costo laboral es inviable”, sentenció.
Y se refirió al problema estelar: La vigencia de un artículo de producción anclado a valores de 2005, cuando el precio del langostino rondaba los 12 dólares por kilo.
Hoy, con un valor de mercado entre 5 y 6 dólares, el esquema de pagos quedó desfasado: “No se soporta este precio del langostino que se le paga a la gente por producción”.
“Venimos cediendo año tras año, pero hay un punto en que no se puede más”, disparó Lafuente Matos en diálogo con Radio Chubut.
Frente a este escenario, las empresas tomaron una decisión drástica: mantener la flota amarrada para evitar mayores pérdidas.
“Cada vez más barcos fresqueros están quedando en puerto. Tampoco es rentable”, aseguró el titular de EPSA.
Por último, indicó que “no pedimos que renuncien a sus derechos, sino rever valores que ya no son viables”, concluyó Lafuente Matos.