La temporada de langostino en Chubut llegó a su fin con un balance más que positivo. Según Gustavo González, presidente de la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACH), el acuerdo de establecer un valor de $1200 por kilo de langostino fue clave para garantizar estabilidad laboral y mantener en marcha la actividad sin interrupciones. Destacó que este consenso permitió no solo asegurar buenos ingresos para los trabajadores, sino también darle continuidad a la pesca sin los conflictos que marcaron años anteriores.
Un acuerdo que garantizó trabajo y estabilidad
González explicó que, desde el inicio, el principal desafío fue alcanzar un punto de equilibrio entre las empresas armadoras, las plantas procesadoras y los gremios. La experiencia de temporadas anteriores, donde los conflictos sindicales redujeron drásticamente los días de trabajo, llevó a todas las partes a buscar un consenso que diera viabilidad a la actividad.
El primer paso, según recordó, se dio en la Feria de Vigo, donde se discutió un precio de referencia que permitiera mantener operativas a las plantas procesadoras. Luego, señaló, vino la negociación más compleja: acordar con los gremios un valor que garantizara trabajo sin poner en riesgo la rentabilidad del negocio.
Eso derivó en la Cumbre de Trelew, el 8 de octubre, donde bajo un acuerdo unánime armadores, propietarios y permisionarios resolvieron poner un techo de 1200 pesos el kilo de langostino en las negociaciones salariales.
«Con el diario de hoy, podemos decir que fue un acierto. Tuvimos una temporada excelente en cuanto a capturas y, sobre todo, sin conflictos. En 2023 apenas trabajamos 60 días por los paros. Este año, en cambio, hubo continuidad laboral y los trabajadores pudieron hacer una muy buena temporada«, señaló el titular de CAFACH a REDES AL MAR.
«Creo que hubo una madurez en las empresas y también en los gremios para aceptar que esta propuesta era suficiente y buena», afirmó.
Desde su perspectiva, el balance de la temporada deja un aprendizaje importante: establecer valores de referencia razonables no solo beneficia a las empresas, sino que también le da previsibilidad a los trabajadores, quienes dependen de la continuidad de la actividad para asegurar sus ingresos.
Ahora, con la mira puesta en la temporada en aguas nacionales, el sector espera que este modelo de acuerdo sirva de base para evitar nuevas tensiones y garantizar que la flota pueda salir a pescar sin sobresaltos.
Redactada y Editada por Redes al Mar