En la Seafood Expo North America, la vidriera al mercado pesquero estadounidense, un grupo de empresarios presentó a sus clientes el estado final del proceso de certificación del langostino bajo el sello del Marine Stewardship Council (MSC). El sello azul, que garantiza la sostenibilidad de la pesquería, está a punto de completarse tras casi una década de trabajo. El anuncio generó atención y expectativas.
Una presentación con peso propio
La exposición estuvo a cargo de Federico Angeleri, director comercial del Grupo Veraz; Pablo Vasso, del Grupo Iberconsa; y Ernesto Godelman, director ejecutivo de CeDePesca, quienes fueron los encargados de explicar cómo Argentina llegó hasta esta instancia.

Del otro lado estuvieron presentes los representantes de las empresas que fueron parte del proceso, y algunos clientes del langostino salvaje patagónico. Quien también dijo presente en le lugar fue el cónsul argentino en Nueva York, Gerardo Díaz Bartolomé, quien, desde su rol diplomático, resaltó la importancia del sello como una herramienta para mejorar la presencia de los productos argentinos en mercados estratégicos. Como dato relevante, vale decir que su organismo cuenta con un área de promoción económica de Argentina.
Los empresarios repasaron los principales hitos de este camino, que comenzó en 2015 con el Proyecto de Mejoras (PROME). Explicaron cómo 32 embarcaciones de la flota costera de Chubut lograron cumplir los exigentes estándares ambientales del MSC, abriéndose camino a comercializar el langostino certificado. Vale recordar que desde finales de enero de este año las capturas de 32 embarcaciones de Rawson ya podían ser acopiadas para ser vendidas posteriormente con el sello azul.
Luego, en febrero de este año entró en el proceso de “evaluación plena” en el camino para la obtención del anhelado sello. Mientras, el Consejo Federal Pesquero aprobó los lineamientos del futuro Plan de Manejo.
Volviendo a Boston, los representantes argentinos también destacaron que la certificación no es un punto final, sino el inicio de un compromiso a largo plazo: cada año habrá auditorías y revisiones que garantizarán el cumplimiento de las exigencias internacionales.

Un logro con impacto en el mercado
El contexto en el que se alcanza esta certificación no es menor. La pesquería costera de langostino en Chubut aportó este año 106 mil toneladas, cerca del 45% del total nacional. Ahora los armadores buscan consolidar su presencia en nichos donde la sostenibilidad ya no es una ventaja competitiva, sino un requisito indispensable.
Desde Boston, adelantaron a REDES AL MAR que el miércoles se espera la confirmación final, un momento que muchos en la feria miran con atención. Para las empresas, significa un espaldarazo comercial en tiempos difíciles. Para los clientes, una señal de que Argentina sigue apostando por una pesca responsable. Y para la industria en general, un recordatorio de que el futuro del negocio también está ligado a la trazabilidad de los recursos.
Redactada y Editada por Redes al Mar