Tras varios años sin órdenes de construcción en los astilleros, desde el arranque de la década se multiplicaron los pedidos de la mano del crecimiento exponencial del sector pesquero.
A raíz del crecimiento y el desarrollo de la actividad pesquera en el Mar Argentino, la industria naval realizó desde 2020 unas 32 botaduras de barcos producidos en el país, después de varios años sin órdenes de construcción para los astilleros nacionales.
Una de las principales razones de crecimiento de la pesca fue el aumento exponencial de la captura y exportación de langostinos, que trepó de 30.000 toneladas en 2003 a 215.000 en 2021, con picos de 250.000 toneladas, y que en 2022 se mantuvo en torno a 210.000.
Con lo cual creció siete veces en 19 años, con ingresos de divisas por exportaciones que superaron los US$ 1.000 millones para al país en los dos últimos años.
«La industria pesquera no es solamente una industria exportadora. Cuando se administra bien el recurso, cuando se trabaja codo a codo con las empresas y gremios, la industria pesquera se transforma en una actividad inclusiva de miles de argentinos y argentinas en todo el litoral marítimo», el subsecretario de Pesca, Carlos Liberman.
Con respecto a la industria naval, destacó que «este sector concreta sueños como lograr buques pesqueros nacionales, impulsa el desarrollo de la ciencia, de la tecnología e incorpora cotidianamente centenares de nuevos argentinos y argentinas».
El sector de la industria naval argentina se compone de más de 300 empresas y emplea alrededor de 10.000 trabajadores.
En cuanto a la actividad pesquera, actualmente las embarcaciones con permiso de pesca vigente en Nación ascienden a 508 y el sector emplea en forma directa a 30.000 personas pero asciende a las 100.000 si se tiene en cuenta el empleo indirecto.