El secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Raúl Durdos, enumeró este lunes las concesiones que buscan destrabar el conflicto que mantiene paralizada a la flota tangonera congeladora desde hace más de dos meses. Lo hizo mediante un video difundido en redes sociales, acompañado por otros dirigentes sindicales, donde insistió en que el gremio “no cederá derechos”, pero sí ofreció medidas para aliviar parte de la carga económica que enfrentan las empresas.
PLANTEO DEL SOMU
Entre las propuestas destacadas, el SOMU planteó eximir temporalmente a las empresas del pago de determinados aportes previstos en el Convenio Colectivo de Trabajo —como los fondos para capacitación, acción social y mutual sindical— y también de la cuota sindical durante la campaña de pesca. Además, mencionó como un logro previo la gestión conjunta con el Gobierno para reducir el Derecho Único de Extracción (DUE) y las retenciones a las exportaciones pesqueras. Según el gremio, esas medidas representarían un “alivio del 25%” para el sector empresario, sin afectar el salario ni las condiciones laborales de los tripulantes.
PROPUESTA IRRISORIA
Sin embargo, el planteo fue rápidamente desestimado por referentes del sector empresario, quienes en diálogo con REDES AL MAR calificaron la propuesta como “irrisoria” y carente de impacto real. “No resuelve el problema de fondo. La estructura de costos de la flota congeladora hoy no cierra, y lo que propone el SOMU no cambia en absoluto la ecuación económica del negocio”, sostuvo uno de los voceros consultados.
Desde las cámaras empresarias reiteraron que el conflicto persiste por la imposibilidad de operar con los actuales niveles de rentabilidad negativa. En ese sentido, señalaron que los esfuerzos del gremio por mostrar flexibilidad “son meramente simbólicos”, y no aportan a revertir la situación estructural que enfrenta el sector exportador.
La respuesta también fue tajante respecto a la negativa del sindicato de revisar los valores de producción pactados en el convenio colectivo. “No se trata de querer pagar menos porque sí. La actividad está al borde de la inviabilidad, y sin una reformulación real del esquema de costos —incluyendo los salarios— no hay posibilidad de continuidad”, aseguraron.