La suspensión de la pesca de langostino en Chubut por siete días no solo responde a criterios técnicos. Andrés Arbeletche, secretario de Pesca de la provincia, defendió la decisión como una medida necesaria para garantizar que el caladero pueda regenerarse y para proteger la calidad del producto que llega a los mercados. “Llevamos pescando 60 mil toneladas de langostino, que es el equivalente a una buena temporada completa, y lo importante no es pescar más volumen sino mejor”, sintetizó el funcionario.
Una pausa para proteger el recurso
Arbeletche explicó que la medida, recomendada por el área técnica de la Secretaría de Pesca, tiene dos objetivos claros: permitir que las tallas más pequeñas, como los ejemplares L3 y L4, crezcan hasta alcanzar un tamaño comercial, y reducir el esfuerzo pesquero en un caladero que viene soportando una actividad intensa desde el inicio temprano de la temporada. «Llevamos pescando 60 mil toneladas de langostino, lo mismo que una buena temporada completa, y estamos recién a principios de enero», destacó.
La suspensión, que abarca la mayor parte de la Zona Norte, también se realiza de manera precautoria: “El principal objetivo de la Secretaría de Pesca es cuidar el recurso, porque es un recurso que no es nuestro, sino compartido con las futuras generaciones”, afirmó el secretario. Según sus palabras, esta pausa permitirá que las tallas más pequeñas evolucionen a un tamaño L2, lo que no solo aumenta su valor comercial, sino que también favorece la sostenibilidad biológica del ecosistema.
En cuanto a la situación de las plantas, Arbeletche aseguró que el parate no debería afectarlas negativamente. “Hay muchísima cantidad de pescado en las cámaras”, explicó en entrevista a Radio Chubut, restando peso a los argumentos que sugieren una crisis inmediata por la suspensión.
Según pudo saber REDES AL MAR, hubo reconocidos empresarios del sector que mostraron su desacuerdo con la medida. Consultado al respecto, el funcionario subrayó que no puede priorizar las demandas comerciales o sindicales por encima de la sustentabilidad del recurso: “Estas decisiones a veces no son las más felices para algunos empresarios que pretenden seguir pescando de manera olímpica todo lo que se encuentre, pero nosotros necesitamos que se pesque bien, que se pesque tallas comerciales y no juveniles o pre reclutas”, sentenció.
Por otro lado, destacó que hay empresarios que sí reconocen los beneficios a largo plazo de este tipo de medidas, entendiendo que una pausa estratégica hoy puede traducirse en temporadas más prósperas en el futuro.