Hay cierta inquietud por el análisis del nuevo proyecto de ley de pesca para la provincia, que se estudia en una comisión legislativa presidida por el diputado peronista -pero que formalmente no está en el bloque- Carlos Eliceche, ex intendente de Puerto Madryn.
El «Ganso» que cultiva una buena relación con los mellizos Ricardo y Gustavo Sastre, ya anticipó que ese proyecto de ley requiere de muchas correcciones. Los sindicatos y los empresarios del sector están pidiendo pista, para meter algún párrafo.
La pesca es una actividad muy sensible, muy millonaria, que trata de la explotación de un recurso finito que depende de enormes cuestiones ambientales y naturales para su correcta explotación. Durante muchos años fue una actividad donde menudearon las irregularidades, los «sobres», y las subdeclaraciones, con «rutas alternativas» de camiones que salían de la zona con producción pesquera sin procesar.
Es de esperar que la nueva ley sea beneficiosa para una explotación adecuada, que mantenga las fuentes de trabajo, y que no termine siendo una herramienta de lobby y de «reparto», en desmedro de un recurso que a veces abunda, y en otras, muestra caladeros empobrecidos.
Lo que se sabe es que luego de intentar algún consenso en 2021, que fracasó, volverán a la carga este año. Que no sea esta nueva ley un festival de permisos de pesca para amigos y entenados. Y que el Estado cumpla su rol exigente de control.