Mientras continúa el paro de la flota congeladora y se acumulan semanas de inactividad, los marineros afiliados al SOMU se mantienen en alerta a la espera de lo que suceda en la reunión convocada para hoy por la Secretaría de Trabajo de la Nación. La mesa de diálogo, que reúne a representantes sindicales, empresarios, gobernadores y al secretario de Pesca nacional, Juan Antonio Cazorla, busca destrabar el conflicto que impide el inicio de la temporada de langostino en aguas nacionales.
En paralelo, desde las 9.30 de la mañana, familiares de marineros y trabajadores autoconvocados marcharán nuevamente por las calles de Puerto Madryn. La movilización partirá desde el playón del muelle Luis Piedra Buena, pasará por la Municipalidad y concluirá en el monumento conocido como “La Galesa”, en la intersección de Belgrano y avenida Roca. Allí aguardarán el resultado de la reunión que se desarrollará en Buenos Aires.
La consigna, al igual que en anteriores convocatorias, es visibilizar la situación de los marineros sin banderas partidarias ni sindicales, portando solo banderas argentinas. La intención, según explicaron desde la organización, es sumar a vecinos de distintos sectores afectados por la falta de actividad, y utilizar ese punto estratégico de la ciudad para amplificar el reclamo.
En los distintos acampes instalados desde hace más de 20 días en los accesos a Puerto Madryn, los marineros también siguen de cerca el desarrollo de las negociaciones. En el acceso sur, un grupo disidente del SOMU mantuvo cortes intermitentes sobre la Ruta Nacional N° 3, en reclamo de que se reactive la temporada sin modificar el acuerdo salarial vigente. Este sector viene exigiendo una respuesta desde marzo, cuando comenzaron a movilizarse por el centro de la ciudad para alertar sobre la falta de avances.
En tanto, en la Ruta Provincial N° 1, frente a la planta de Conarpesa, permanecen los afiliados alineados con la conducción local del SOMU, encabezada por César Zapata. Allí el malestar se intensificó luego de que fracasara el llamado a prospección, en un contexto marcado por la presión empresaria para reducir en un 30% los salarios ligados a la producción en dólares. También hubo cuestionamientos a la validez de ciertos ítems del convenio colectivo.
La expectativa de los marineros, tanto en las rutas como entre sus familiares, es que el encuentro de hoy abra un camino concreto hacia un acuerdo, sin que se vea afectado el salario ni los derechos adquiridos. La campaña de pesca debió haber comenzado a fines de mayo, y cada día que pasa sin una definición profundiza el impacto económico en toda la región.