En el análisis de la situación actual de la industria, el gerente de Greciamar, Sebastián de Haro, dijo que se viene de una zafra de pesca en aguas provinciales con récord en capturas, “pero esto no ha repercutido en los números del negocio. Estamos en una profunda crisis, donde son muchas las variables que nos están afectando, varias de ellas son incontrolables para las empresas”.
Al brindar un detalle, contó que “tenemos una competencia con el langostino de cultivo que es el Vannamei, hay países que han incrementado exponencialmente sus producciones y nos encontramos con un mercado internacional teniendo que competir con un producto que tiene un costo mucho más bajo”, diferenció.
En este contexto, consideró que “tenemos un gran desafío por delante. Muchas veces en las plantas y con los barcos hemos trabajado ‘al costo’ con una rentabilidad muy baja, a la espera de un cambio político o una devaluación que acomode nuestros números, y la verdad que hoy no es ese contexto”, señaló sobre la coyuntura de la macroeconomía nacional.
De Haro sostiene que “tenemos que trabajar muy fuerte para poder rentabilizar la actividad y volver a tener la competitividad que hemos perdido por algunos factores externos y otros también que han tenido que ver puntualmente con algunas negociaciones que no fueron adecuadas para poder dar una actividad de largo o mediano plazo”, reconoció.
Flota congeladora parada
“El contexto es crítico, pero tratando de ver el vaso medio lleno tengo que decir que, desde el punto de vista biológico, el langostino está dando buenos resultados y en función de esto es que tenemos trabajo para hacer. Tenemos el recurso y necesitamos que se involucre cada una de las de las patas de esta mesa para volver a tener una actividad sana, con proyección a futuro y que tantos empleos da en la provincia y a nivel nacional”, subrayó.
El directivo de Greciamar mencionó que “hoy tenemos la flota congeladora, que no ha salido al norte del 41° y una temporada de nación que ya da algunos síntomas de que no arrancaría por parte de los barcos fresqueros de altura”.
“Con lo cual, para una ciudad como Madryn, donde una actividad como la pesca dependen miles de familias, esto es crítico. Desde las empresas hemos abierto el tema de los costos y hasta dónde deberíamos llegar para para volver a tener una actividad sana”, insistió al tiempo de mencionar que “los costos a nivel interno se han incrementado muchísimo con respecto a años anteriores y dejan al negocio en una situación límite, y a nivel comercial nos encontramos con precios que son muy bajos en los mercados”.