Fernando Álvarez Castellano, presidente de Conarpesa, rompió el silencio y disparó contra el SOMU. Frente a las acusaciones del gremio, que lo señaló como responsable de la crisis pesquera, el empresario respondió sin vueltas: apuntó a la conducción sindical de Raúl Durdos por mal manejo de fondos, defendió su vínculo con los trabajadores y reclamó explicaciones por el estado de la obra social del gremio, que, según denunció, está quebrada a pesar de manejar cifras millonarias.
«¿Dónde están los 12 mil millones que recauda el SOMU?»
“El año pasado pagué al SOMU en aportes sindicales 650 millones de pesos”, dio a conocer Álvarez Castellano. Pero fue más allá y puso sobre la mesa un número que dejó en evidencia el nivel de recaudación del sindicato: “Hoy me tomé el trabajo con mi gente de hacer un numerito. El SOMU recauda en concepto de aporte sindical y capacitación de las empresas, que le descuentan el 4% a los empleados del bruto, no del básico, unos 12.000 millones de pesos”.
Y acto seguido, cuestionó el desmanejo de los fondos: “¿Por qué tienen la obra social quebrada si manejan esa plata?”. Para el titular de Conarpesa, hay algo que no cierra: “Cuando yo digo que tienen curros y negocios, pues bueno, que me demuestren dónde están esos 12.000 millones. ¿Por qué no ponen dinero en la obra social o para ayudar a la gente?”, insistió.
«No me vengan con que son los pobrecitos»
El empresario no esquivó el debate sobre el manejo de su empresa y fue tajante: “Si un tipo no trabaja, lo echo a la calle, lo indemnizo, pero contrato a otro. Por eso tengo mil y pico empleados. Es mi forma de manejar la empresa”, explicó.
“Cuando un trabajador necesitó un préstamo por un tema clínico, médico, le dejé el dinero. Yo a mi gente, los que empezaron conmigo, los valoro”, enfatizó.
Consultado sobre su relación con su tripulación y su rol como armador, Álvarez defendió el trabajo que realizan muchos marineros y cuestionó el discurso que victimiza al trabajador pesquero: “Estoy encantado de que hoy ganen lo que ganan, pero no me vengan con que son los pobrecitos. Porque aquellos, los de antes, sí fueron los pioneros. Se subían a un barco y no sabían ni a dónde iban”.
También recordó que, muchos años atrás, los marineros trabajaban ocho o nueve meses al año sin alcanzar los ingresos que hoy obtienen en un solo mes: «Yo a mi gente, a los marineros, los que empezaron conmigo en esa época, yo los valoro. Esos tipos sí que se rompían el lomo, se pasaban todas las fiestas afuera, les mandábamos cordero para que no vinieran. Trabajaban ocho o nueve meses al año y no ganaban lo que ganan ahora en un mes».
“A esos tipos hay que respetarlos, y hay muchos que siguen, pero ahora los tienen agarrados en las redes del SOMU”, lamentó.