En un documento presentado a la Secretaría de Trabajo de Chubut, Pesca Marina S.R.L. emplazda en Comodoro Rivadavia expuso su delicada situación financiera y señaló directamente al Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) como uno de los principales responsables de su crisis. La empresa argumentó que el «hostigamiento permanente» del gremio, sumado a las exigencias salariales desmedidas, volvieron inviable la continuidad de su actividad. «Si el STIA no colabora en esta crisis terminal tendrá que buscar otra modalidad de trabajo para su sector que deja de existir«, sostienen.
Según el escrito firmado por su apoderado, José Luis Quercia, Pesca Marina enfrenta un contexto de costos desbordados, con un incremento del 85% en su estructura operativa durante 2024, mientras que los precios de sus productos apenas aumentaron un 44% en el mismo período. A esto se suma lo que calificaron como un «error aritmético» en las escalas salariales pactadas, que llevaron a un incremento del 80.96% en los sueldos, muy por encima de la inflación registrada entre mayo de 2024 y diciembre de 2025, que fue del 31.97%.
La empresa acusó al sindicato de mantener privilegios sin considerar la realidad económica del sector y de no colaborar en la búsqueda de soluciones: «Esta modalidad de trabajo no es sostenible sino con la rentabilidad de la empresa la cual la vuelve inviable en el transcurso del tiempo de nuestra actividad. No se puede seguir con este sistema de trabajo, pero como el S.T.IA. no quiere ver la realidad la única posibilidad que nos queda es desprenderlo de nuestro personal para poder seguir sosteniendo nuestra empresa, estamos en quiebra sin ningún tipo de solución ni reordenamiento«
Pesca Marina criticó además el modelo sindical actual, al que tildó de ineficiente para proteger a los trabajadores. Según expresaron, los beneficios que el sindicato negocia no llegan al personal, y las cuotas sindicales no reflejan mejoras en la situación del empleado. La compañía enfatizó que «sin rentabilidad no hay producción», asegurando que ya han comprometido todo su patrimonio para sostener la operación.
La empresa también destacó que sus costos operativos en dólares no son reconocidos en las negociaciones paritarias, lo que les impide ajustar los salarios de manera equitativa con la realidad inflacionaria. En este sentido, solicitaron que se arbitren medidas para evitar cierres y se eliminen intermediarios sindicales en la negociación.
«Estamos convencidos que sin rentabilidad no hay producción, pero ya dimos todo de nuestro patrimonio y estamos afectando nuestros proveedores que están soportando atrasos y falta de pago por nuestra parte»