Funcionarios del Gobierno provincial e integrantes de la Cámara de la Flota Amarilla se reunieron esta semana con el subsecretario de Pesca de Nación, Carlos Liberman, ante quien manifestaron su preocupación la disminución de las capturas, en una temporada que acostumbraba a volúmenes auspiciosos. «Evaluamos acciones inmediatas que nos ofrezcan previsibilidad, considerando que aún resta un tiempo prudencial para que culmine la campaña de aguas provinciales», dijo a FM EL CHUBUT Gustavo González, responsable de la Cafach. El sector, uno de los promotores de la actividad económica de Rawson, expuso su inquietud en Nación frente a una temporada que no ofrece ganancias exponenciales. «Es una época donde tendríamos que tener una captura mayor a la que estamos teniendo», pero diversas cuestiones indican lo contrario, explicó el empresario. En Buenos Aires, junto al secretario de Pesca de Chubut, Gabriel Aguilar; y al consejero de la provincia en el Consejo Federal pesquero, Adrián Awstin, «analizamos acciones inmediatas a encarar de manera conjunta para tener previsibilidad».
CLIMA
González adujo que «tenemos un verano raro, con viento, lluvia, el clima no es el normal por lo que puede ser uno de los factores. Los barcos están llegando a puerto con menos capturas a las que se dan en condiciones normales. En esta época en años anteriores, los barcos completaban su carga con dos o tres lances en el transcurso de 5 o 6 horas. Y ahora estamos haciendo 7 o 10 lances, utilizando prácticamente todo el día, desde que sale el sol (5.30) hasta las 21, y hubo varios días donde las embarcaciones no vienen completos».El dirigente manifestó que «ante esta situación hay que ocuparse, no preocuparse, esperar que termine la temporada para ver los números y tomar alguna acción. El subsecretario de Pesca de Nación nos decía que están mejorando o rearmando un nuevo plan de manejo del langostino que ya tiene unos cuantos años, y de alguna manera reordenaría la pesquería del recurso en el país».
GREMIO DE AMARRADORES
La pesca local dio lugar a la creación del gremio de los amarradores. La aparición de este sindicato no fue bien digerida por los empresarios del sector. «Molesta el constante atropello e intentar generarle nuevos costos a la actividad. Es un rubro económico que funciona, no genera grandes conflictos de gente, que tiene sobre su espalda muchísima cantidad de familias y constantemente aparecen actores pidiendo incorporación. Pero esto es burdo, casi ridículo», señaló González. Apuntó que el gremio tiene vinculación con «los barcos de la marina mercante, osea, cargueros de gran porte que tienen mucho desplazamiento que al momento de amarrar necesitan personal calificado que sepa cómo acomodar la embarcación. En el caso de Puerto Rawson, los barcos son de menor porte, el más grande alcanza los 20 metros. Y los artesanales tienen al menos 10, y representan el 40% de la flota».