Este domingo, el Puerto Rawson vivió un episodio poco común cuando el Nueva Anave, un barco costero de la Flota Amarilla, decidió fondear entre las escolleras. La maniobra, premeditada pero fuera de las normas, fue una respuesta del capitán ante las olas altas en la zona de Rada. Aunque no hubo incidentes graves, la situación llamó la atención de Prefectura, que inició un sumario administrativo para evaluar lo ocurrido.
Todo comenzó con un pedido del capitán del Nueva Anave, quien alertó a Prefectura sobre las difíciles condiciones en Rada y solicitó permiso para buscar abrigo entre las dos escolleras del puerto. Prefectura intentó guiarlo para que permaneciera fuera de la zona de abrigo, pero el capitán tomó su propia decisión: fondear allí durante cuatro horas, esperando que la marea alcanzara la altura necesaria para ingresar al muelle.
El barco lanzó ancla y permaneció estable mientras Prefectura monitoreaba la situación de cerca. Según verificaron, no hubo contacto con el fondo, pero la maniobra, aunque segura, rompió las reglas.
El lugar donde fondeó el Nueva Nave, conocido como «El Golfito», está destinado exclusivamente como área de abrigo y no para esperar la marea. Prefectura recordó al capitán que esa maniobra está prohibida, pero él decidió priorizar la seguridad de su barco y su carga de langostino. Este desacato a las indicaciones ahora está siendo investigado a través de un sumario administrativo, una medida que busca determinar las razones detrás de la acción.
Aunque el barco logró descargar su carga sin mayores contratiempos, la maniobra dejó preguntas sobre la flexibilidad de las normas frente a situaciones de emergencia.