El desarrollo de sistemas de trazabilidad en la pesca y la acuicultura es un desafío complejo y necesario para adentrar a la Argentina en góndolas de los mercados internacionales. Durante el seminario «Trazabilidad de la pesca: la demanda internacional y la situación argentina», el médico veterinario y magíster en Pesca y Acuicultura, Fabián Ballesteros, destacó la necesidad de avanzar en este ámbito, subrayando la importancia de uniformar la recolección de información y establecer marcos regulatorios adecuados que permitan garantizar la eficacia de dichos sistemas.
Un sistema de trazabilidad robusto se sostiene, principalmente, en dos pilares: la recolección de datos uniformes y la interoperabilidad entre los diferentes eslabones de la cadena productiva. Según Ballesteros, “la recolección de la información es otro elemento muy importante. Donde hay falencias cuando uno empieza a recolectar información para valorar en qué estado está la pesquería para poder desarrollar un sistema de trazabilidad, es en la captura”.
Este problema se da especialmente en la pesca de pequeña y mediana escala: “Puede ser en la captura industrial, con grandes embarcaciones que tienen todo muy desarrollado, pero a veces no tienen la recolección de la información bien uniformada y se hace mucho hincapié en la importancia de desarrollar trazabilidad en la pequeña y mediana escala. Y ese es un gran desafío”, afirmó.
Además, remarcó que “el desarrollo del sistema de trazabilidad que tiene una embarcación se tiene que poder vincular con el desarrollo del sistema de trazabilidad que tiene la autoridad competente al momento de cargar el dato de la descarga. Y lo mismo el establecimiento procesador tiene que tener desarrollado un sistema de trazabilidad que pueda entender los otros previos, y lo mismo el que comercializa. Entonces, eso en términos generales es la interoperabilidad, que uno se pueda leer con el otro”.
La necesidad de marcos regulatorios
«Un país que tiene un marco regulatorio que define los elementos críticos del sistema puede ordenar el desarrollo de la trazabilidad de manera transversal», explicó Ballesteros.
Detalló que “la mayoría de los países, cuando empiezan a desarrollar trazabilidad electrónica en sus cadenas pesquera y acuícola, lo que les pasa es que les falta información. Cuando quieren recolectar y conectar la información de un eslabón con el otro, no lo pueden hacer o porque les falta información o porque los sistemas no se leen entre sí”.
Ballesteros hizo énfasis en las particularidades de la pesca en pequeña y mediana escala, señalando que “la mayoría de los productos pesqueros que llegan a las góndolas provienen de la pesca de pequeña y mediana escala, no sería de la pesca industrial. El punto es que regular y ordenar la pesca en pequeña y mediana escala es complejo. ¿Por qué? Porque cada recurso pesquero tiene, y cada arte de pesca tiene, una complejidad específica, y el abordaje para el ordenamiento y para la implementación de un sistema de trazabilidad debe ser también de manera específica”.
Además, aclaró que los sistemas de trazabilidad deben diseñarse según las particularidades de cada región y sector: “Los sistemas de trazabilidad no se pueden trasladar y no se pueden comercializar como enlatados. Hay que desarrollarlos específicamente. Las realidades de la pesca en pequeña y mediana escala del langostino silvestre salvaje y austral en la República Argentina no son seguramente las mismas que las realidades que tienen los pescadores artesanales en Alemania sobre el langostino”.