La Junta de Seguridad en el Transporte (JST) finalizó la investigación del accidente del buque pesquero Floridablanca IV, ocurrido el 5 de julio de 2021 en el Golfo Nuevo. Durante su navegación de entrada al golfo, la embarcación colisionó con la superestructura del viaducto secundario del Muelle Almirante Storni, lo que provocó importantes daños materiales tanto en el buque como en la infraestructura portuaria. Afortunadamente, no se reportaron personas lesionadas ni daños al medio ambiente como resultado de este incidente.
Según el informe de la JST, el accidente fue causado, con un alto grado de probabilidad, por la incapacitación súbita del primer oficial, quien en ese momento era la única persona a bordo del puente de navegación. Tras la colisión, la tripulación encontró al oficial tendido en el suelo del puente. La investigación reveló que, en los momentos previos al accidente, el oficial había tomado una infusión para paliar síntomas de congestión. El principio activo de esa infusión podría haberle producido embotamiento o desvanecimiento, lo que resultó en la pérdida de control de la embarcación.
El análisis de la JST también destacó varios factores adicionales que contribuyeron al desenlace. El esquema de guardia al que estaba sometido el oficial, de 12 horas consecutivas (guardia 12×12), afectó su ritmo circadiano, especialmente al realizar la guardia nocturna. Además, las condiciones climáticas adversas de los días anteriores dificultaron el descanso de la tripulación, sumado a la congestión del primer oficial, todo lo cual desembocó en un estado de fatiga. Este fenómeno, vinculado a la carga de trabajo físico y mental en situaciones de navegación, fue señalado como un factor determinante en el accidente.
A esto se sumó la falta de un marinero de guardia en el puente y la ausencia de una alarma de persona muerta, dispositivos que podrían haber permitido detectar a tiempo la incapacitación del oficial y evitar la colisión. Debido a la falta de estas medidas, el buque Floridablanca IV no pudo apartarse de la trayectoria de colisión, detenerse o reducir su velocidad antes del impacto. Tampoco emitió ninguna señal de advertencia a la tripulación, al capitán, a otros buques ni a la estación controladora del tráfico para prevenir el accidente.
En cuanto a las recomendaciones de seguridad, la JST sugirió varias medidas operacionales para evitar futuros incidentes similares. En primer lugar, se recomendó incluir en los procedimientos de guardia la disponibilidad de un marinero adicional en el puente durante las navegaciones dentro del Golfo Nuevo, tanto de entrada como de salida, así como en situaciones con visibilidad reducida o condiciones meteorológicas adversas. También se sugirió incrementar los puntos de reporte de estimativa y confirmación de paso en las comunicaciones entre los buques y la estación de control VTS de Prefectura Puerto Madryn.
Otra medida importante recomendada fue el uso obligatorio del timón manual a una distancia de cinco millas de los muelles, o cualquier otra distancia que determine la Prefectura. Además, la JST propuso ampliar el alcance de los exámenes médicos para el personal involucrado en accidentes, sugiriendo que se realicen exámenes adicionales que puedan determinar el origen de cualquier incapacitación sufrida, incluso si el personal afectado desembarca por sus propios medios.
La investigación del accidente del Floridablanca IV pone de relieve la importancia de tomar en cuenta tanto los factores humanos como los tecnológicos para garantizar la seguridad en la navegación. La fatiga, el ritmo circadiano alterado y la congestión del primer oficial jugaron un papel crucial en el desenlace del incidente, subrayando la necesidad de reforzar las medidas de seguridad a bordo para prevenir accidentes similares en el futuro.
Investigación del accidente del Floridablanca IV contra el Storni concluye en fatiga del capitán y falta de controles