El Régimen de Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC), establecido por la Ley Federal de Pesca, regula la distribución de permisos para la captura de cinco especies clave del Mar Argentino, entre ellas la merluza común (Merluccius hubbsi). Este régimen tiene como objetivo gestionar de manera sostenible los recursos pesqueros, asignando un porcentaje de captura a cada barco o empresa, basado en varios factores. Sin embargo, un aspecto preocupante es la reciente modificación en la ponderación de las sanciones, lo que plantea interrogantes sobre si se está favoreciendo a quienes violan las normativas pesqueras.
Desde 2009, las cuotas de pesca se asignan por un período de 15 años, con la próxima renovación programada para 2025. En este proceso, el Consejo Federal Pesquero (CFP) toma en cuenta cinco factores para distribuir las cuotas: historial de captura, mano de obra, producción, inversiones y sanciones. Lo alarmante es que, en las últimas asignaciones de especies como la merluza de cola, la merluza negra y la polaca, la ponderación de las sanciones se redujeron drásticamente, pasando de un 1-2% en 2009 a un 0,1% para esta ocación. Esto significa que las infracciones a la ley prácticamente no tienen peso en la asignación de cuotas, una decisión que podría interpretarse como un «premio» a los infractores, al minimizar el impacto de las sanciones en la competencia por las cuotas.
Merluza de cola: pasó del 1 a 0,1%
Merluza negra: pasó del 2 a 0,1%
Polaca: pasó del 1 a 0,1%%
CAMBIOS DE 2009 A 2024
Asignación de cuota de merluza de cola:
Asignación 2009:
a) Historia de captura en el 50%
b) Mano de obra en el 30%.
c) Producción en el 10%.
d) Inversiones en el 10%.
Se detraerá por aplicación del ítem Sanciones el UNO POR CIENTO (1%) de la asignación que corresponda por aplicación de los ítems anteriores.
Asignación 2024:
a) Historia de Captura en el 50%.
b) Mano de Obra en el 30%.
c) Producción en el 15%.
d) Inversiones en el 5%.
Se detraerá, por aplicación del ítem Sanciones, el CERO CON UNO POR CIENTO (0,1%) por cada sanción firme del período 2010-2023 de la asignación que corresponda por aplicación de los ítems anteriores.
Las cuotas transferibles permiten que barcos y empresas puedan vender o prestar sus permisos de captura, lo que les otorga un alto valor económico. Sin embargo, lo que debería ser un sistema para fomentar la transparencia y la sostenibilidad se ve comprometido cuando las sanciones, que reflejan violaciones como pesca en zonas vedadas o sin permisos adecuados, pierden relevancia en la distribución de las cuotas. Se está priorizando la productividad por encima del cumplimiento de la normativa y la sostenibilidad ambiental.
Si las sanciones, que representan infracciones a las leyes que protegen tanto las especies como el ecosistema marino, pierden su capacidad para penalizar a las empresas que no respetan las reglas, se podría estar enviando el mensaje equivocado. En lugar de castigar a quienes infringen la ley, el sistema parece premiar la explotación irresponsable al no reducir las cuotas de aquellos que cometen infracciones.
Además, cabe destacar que, en el proceso de distribución de cuotas, no se contemplan criterios relacionados con la sustentabilidad. Los factores que determinan el porcentaje de cuotas asignadas están completamente enfocados en la explotación y la productividad: historial de captura, mano de obra, producción e inversiones. Ninguno de estos factores toma en cuenta el impacto ambiental o el comportamiento de las empresas en términos de prácticas sostenibles. A pesar de que algunas sanciones pueden estar vinculadas a violaciones relacionadas con la pesca sustentable, como el descarte prohibido o la pesca ilegal, la baja ponderación de las mismas limita su efecto en la asignación de cuotas.