En una nueva vuelta de tuerca en los conflictos paritarios entre las empresas pesqueras y el sindicato de la STIA, directivos de la pesquera trelewense advirtieron con preocupación lo que se vivió en la planta en las últimas horas. Según contaron a REDES AL MAR, en la noche del viernes la producción se inició con la totalidad del personal, incluyendo efectivos, temporales y el porcentaje necesario de eventuales para alcanzar la meta de 4300 cajones que habían arribado a la planta.
Sin embargo, cerca de las 4am, una sorpresiva postura de los trabajadores alteró la normalidad de la producción: todos los empleados de la línea de producción, desde clasificadores hasta el personal de lavado, abandonaron sus puestos de trabajo. Este acto, denuncian, dejó alrededor de la mitad del pescado sin procesar, en cajones sin lavar, y parte del pescado ya lavado tuvo que ser nuevamente resguardado.
El directivo expresó su sorpresa al afirmar que, según lo establecido en el Convenio Colectivo y bajo la Conciliación Obligatoria vigente, los empleados no deberían abandonar sus puestos mientras haya pescado en las mesas y en la planta para procesar. La denuncia incluye una fuerte crítica al sindicato de la STIA, acusándolo de alentar a los delegados, quienes a su vez instaron a los operarios a adoptar esta medida de fuerza.
En medio de este escenario, el directivo expresó a REDES AL MAR su frustración al cuestionar la falta de protección frente a acuerdos que no se cumplen y Conciliaciones Obligatorias que no se respetan. Este episodio agrega más tensión a un conflicto que parece lejos de encontrar una solución, dejando en evidencia las fisuras en la relación laboral entre las plantas pesqueres y el sindicato de la STIA.
Según confiraron otros empresarios pesqueros de la región, encuentran poca respuesta en la representación de CAPIP para afrontar todas estas problemáticas que aquejan a las plantas. Si bien señalan directamente a la postura combativa de los sindicatos, entieden que hace falta un mejor manejo de relaciones desde la cámara.