En un contexto de tensiones en el sector pesquero de Chubut, las autoridades provinciales de Pesca, encabezadas por Andrés Arbeletche, se reunieron hoy a las 8 de la mañana con los representantes gremiales en la primera paritaria del año. Se resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta las 14hs de hoy martes. El encuentro se llevó a cabo en la sede de la Secretaría de Trabajo de Chubut, bajo la supervisión de Nicolás Zárate.
El conflicto, desencadenado en el puerto de Rawson, dejó su estela una problemática que afecta no solo a los trabajadores directamente involucrados, sino también a toda la economía regional. La suspensión temporal de la temporada de langostino en aguas provinciales, acompañada por la pérdida de 350 mil kilos del preciado marisco, evidencia las consecuencias negativas de la discordia en el sector.
En un primer encuentro previo, en el cual participaron la Secretaría de Trabajo y el Ministerio de Gobierno, se buscó abordar la crisis generada en el puerto. Este conflicto no solo provocó la pérdida de una importante cantidad de langostinos, sino que también puso un freno a la actividad pesquera en la región debido a condiciones desfavorables.
La reunión paritaria programada para hoy buscó encontrar soluciones a esta compleja situación. Respecto al reclamo inicial del Sindicato de Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), relacionado con aspectos de seguridad e higiene, Arbeletche informó que «la Secretaría de Trabajo verificó la entrega de la indumentaria correspondiente, aparentemente resolviendo así el reclamo original».
Sin embargo, el reinicio de la temporada de pesca sigue siendo una incógnita, ya que Arbeletche había anticipado que se levantaría la suspensión de despachos una vez resuelto el impacto ambiental y el destino final de los langostinos descartados.
La jornada de hoy continuó con una segunda reunión a las 11 horas, en la que participan la Cámara de la Flota Amarilla del Chubut (Cafach), pescadores artesanales y otros miembros de la flota. En este encuentro se espera definir cómo avanzar y superar las diferencias que han paralizado la actividad pesquera en la región.
En medio de este panorama, es imperativo que las partes involucradas prioricen el diálogo y encuentren soluciones concretas que permitan reactivar la actividad pesquera de manera sostenible. Las consecuencias económicas y ambientales de prolongar esta situación afectan no solo a los trabajadores del sector, sino a toda la comunidad regional que depende de la pesca.